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UNIDAD

 

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CONTENIDO

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INDICADOR DE LOGRO

La experiencia moral. Dilemas morales (la mentira, la verdad y la autenticidad en la vida pública).

3.2  Practica las normas básicas para establecer relaciones de confianza mutua a través de una conducta integra.

VALORES A TRABAJAR

Honradez, veracidad y honestidad.

Valores sugeridos: integridad, esfuerzo, confianza y constancia.

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DEFINICIÓN DE VALORES

HONRADEZ:  Es una cualidad que deriva del sentido del honor y que se funda en el respeto a sí mismo y a los demás. Lleva a las personas a actuar con rectitud, a no robar, ni engañar y a cumplir sus compromisos. Por ello las personas honradas son dignas de respeto, confianza y credibilidad. (Fundación Televisa, s.f.)

 

Educar a los hijos o alumnos en la honradez implica el desarrollo de una conciencia que les conduzca a apreciar y elegir todo aquello que representa la verdad, la integridad y el respeto por los demás.

 

“Quien es honrado se muestra como una persona recta y justa, que se guía por aquello considerado como correcto y adecuado a nivel social”. (Fundación Televisa, s.f.)

 

Lo honrado, lo real, lo genuino y auténtico, la buena fe se enfrenta en desventaja en nuestro tiempo a lo deshonesto, lo falso, a lo corrupto y a la falta de compromiso por las cosas tal cual deben de ser.

 

Al hombre de hoy le cuesta hablar con verdad, y la honradez es hablar como debe de ser. Por ello, tanto en la casa como la escuela se debe actuar con esa virtud tan importante para que los demás puedan confiar en las acciones que cada hombre realiza. El ser honrado es permitir que los demás confíen en la persona. Actúa con bien, evita el mal, piensa lo que hará y lo que dirá, pues no desea que las personas le mal interpreten y se creen pensamiento diverso de lo que verdaderamente es.

 

Como la mayoría de las virtudes, conviene desarrollarla y ejercitarla en armonía con los demás. Cuanto más se ejercita, más se convierte en una disposición afincada. Pero, además, no sólo porque facilite las relaciones interpersonales y comunitarias, debemos valorar la honradez en sí misma. La honestidad es mejor que toda política, como señaló con perspicacia Kant. La verdad se debe mantener como postura ética, no por conveniencia practica y el desarrollo moral no es un juego, sino que informa la clase de persona que uno es. (Benett., s.f.)

 

Se debe inculcar a los estudiantes a respetar las pertenencias de sus compañeros. A no tomar lo que no les corresponde. De igual forma, dentro de la casa no se puede tomar el dinero de los padres sin su permiso u otros objetos de valor.

 

El hombre honrado y cabal es el hazmerreír. Lo propio de la sabiduría de este mundo es ocultar con artificios lo que siente el corazón, velar con las palabras lo que uno piensa, presentar lo falso como verdadero y lo verdadero como falso. (Fernando, 2017)

 

Video sugerido para la honradez:

VERACIDAD: “Consiste en el hábito de la adecuación entre lo que se piensa y lo que se dice o hace”. (Pérez R. G., s.f.)

 

La veracidad manifiesta de manera oportuna, lo que ha hecho, lo que ha visto, lo que piensa o lo que siente con claridad y respeto a su situación personal o a la de los demás. La veracidad es la honradez en acción y lo que da al niño o niña, caballero, señorita etc.

 

Una verdad a media se convierte en mentira.

 

Todos los hombres sentimos una gran atracción por la verdad. Cuando, hay sinceridad en la relación entre los hombres, hay una real comunicación, hay un real diálogo. Estamos obligados, no sólo a “no mentir”, sino a caminar en la verdad con la sencillez, sin hipocresía. La verdad es una exigencia para la paz. No sería posible la convivencia humana, si no intentamos ser fieles y veraces unos a otros. (Universidad Católica de Occidente, , 2003).

 

Es la virtud que marca el amor a la verdad, que nos lleva a decir y manifestar siempre la realidad que hemos descubierto con la inteligencia y aplicarla primeramente a nosotros mismos.

 

La verdad es la realidad de las cosas. Está íntimamente relacionada con la simplicidad, que rectifica la intención apartándonos del doblez, que es manifestarnos exteriormente en contra de nuestras verdaderas intenciones, y con la fidelidad, que inclina a la voluntad a cumplir con lo prometido, conformando así la promesa con los hechos. Debemos aprender a amar la verdad desde la más tierna infancia ya que, como todas las virtudes, para que se nos haga natural el hábito del bien, hay que ejercerlo continuamente y cuanto antes comencemos mejor. (Harriet de Olivero, La virtud de la Gratitud y la Veracidad, s.f.)

 

Video sugerido para la veracidad:

HONESTIDAD: “Valor o cualidad propio de los seres humanos que tiene una estrecha relación con los principios de verdad y justicia y con la integridad moral”. (Bembibre V. , Honestidad, 2008)

 

Una persona honesta es aquella que procura siempre anteponer la verdad en sus pensamientos, expresiones y acciones. Así, esta cualidad no sólo tiene que ver con la relación de un individuo con otro u otros o con el mundo, sino que también puede decirse que un sujeto es honesto consigo mismo cuando tiene un grado de autoconciencia significativo y es coherente con lo que piensa. Lo contrario de la honestidad sería la deshonestidad, una práctica que comúnmente es repudiada en las sociedades contemporáneas, ya que se la asocia con la hipocresía, la corrupción, el delito y la falta de ética. (Bembibre V. , Honestidad, 2008)

 

La honestidad debe ser resultado de una elección personal, es una manera de actuar que adoptamos libremente porque consideramos que es lo mejor. A veces, se trata de una decisión difícil, pues trae consigo una pérdida o un sacrificio.  Ser honesto significa, pues, decidir que vamos a conducirnos con rectitud, justicia y honradez frente a los desafíos que nos plantea la realidad; quiere decir que no vamos a mentir, robar, engañar o hacer trampa, aun cuando esto nos pueda producir algún beneficio. (Fundación Televisa, s.f.)

 

Día a día se pone a prueba la honradez de la persona, tanto en cuestiones sencillas como complejas. En la escuela se debe enseñar a los estudiantes que con solo quitarle el lápiz o borrador a un compañero ya no es honrado; se comienza cometiendo los erros en cosas sencillas y estas luego se convierten en grandes problemas.

 

Para ser honestos se debe vivir en la verdad. La práctica de la verdad es esencial para la persona, pues cuando se comienza a mentir y cada día con más intención, se llega a desconfiar de la palabra de quien se encamina por esta situación. Y en este sentido, para los estudiantes e individuos de toda la sociedad, se debe promover este valor tan necesario, porque, aunque sea en cosas pequeñas se debe poner en práctica la honestidad. No mentir, decir siempre la verdad, aceptar con responsabilidad los errores o las situaciones en las que se está inmerso.

 

La honestidad es sincera: no dice palabras falsas para quedar bien con los demás ni recibir su aprecio, no se apropia de los valores ajenos para aprovecharse de ellos, no toma los objetos que no le pertenecen y prefiere la paz de su corazón al éxito, la riqueza o el triunfo obtenidos con engaños o acciones prohibidas por las normas de su comunidad. En vez de ocupar su pensamiento en qué le quita o cómo se aprovecha de la gente y las situaciones, trabaja y se esfuerza para obtener logros seguros y disfrutarlos tranquilamente.   La tranquilidad es una las mayores conquistas en la vida. La mejor forma de conseguirla es aceptar siempre la verdad y actuar conforme a ella. Es un camino recto que, con gran rapidez, nos conduce a los mayores logros. (Fundación Televisa, s.f.)

 

Video sugerido para la honestidad:

ACTIVIDAD DIDÁCTICA

Leer el cuento El árbol de la sinceridad (ver anexo).

VALORACIÓN / REFLEXIÓN

¿Soy honrado?

¿Soy sincero conmigo mismo y con los demás?

¿Conozco el significad de la verdad y la pongo en práctica?

¿Es importante buscar la verdad? ¿Para qué?

¿Respeto lo que no es mío, y cuido de ello?

¿Me gusta decir la verdad, antes que la mentira?

COMPROMISO
  • Respetar las cosas de los demás.

  • Cuidar lo que no es mío.

  • Practicar la verdad.

  • Actuar tal y como soy.

  • Respetar mi identidad personal.

HABILIDADES SOCIALES
  • Respeto y valoro lo ajeno.

  • No mentir.

  • Respetarme a mí y a los demás.

  • Devolver agradecido lo que nos ha sido prestado.

  • Preguntar antes de actuar.

  • Afrontar las acciones que hice.

EVALUACIÓN

Observar y ponderar la participación de los estudiantes en el desarrollo de la actividad didáctica.

ANEXO

Cuento: El árbol de la sinceridad

Propósito: Que los estudiantes sepan identificar a través de la lectura la importancia de la sinceridad y qué consecuencias trae el decir mentiras.

 

Érase una vez un pueblecito completamente rodeado de árboles.

Los vecinos estaban acostumbrados a salir de sus casas y sortear la multitud de árboles que lo llenaban todo. Les gustaba poder respirar y sentir que sus pulmones se llenaban de aire limpio gracias a todos esos árboles.

 

Todos los árboles eran milenarios y los ciudadanos conocían el nombre y el fruto de cada uno de ellos.

 

Un buen día una nueva familia se instaló en el pueblo. A todos les llamó la atención el camión donde traían sus cosas porque llevaban en él un pequeño árbol. En dos días hicieron la mudanza completa y cuando el resto de sus vecinos se dieron cuenta, los nuevos vecinos habían colocado enfrente de la puerta de entrada el árbol nuevo.

 

Era un árbol pequeño pero muy bonito de hojas verdes y brillantes y tronco duro y dorado.

Todos los vecinos tenían una gran curiosidad por saber cuál era el nombre de aquel curioso árbol, así como los motivos por los cuales lo habían traído desde lejos.

 

Lupita, era una niña que vivía en el pueblo. Tenía 10 años y le gustaba mucho la naturaleza.

Muchos días, cuando no tenía colegio, regaba los troncos de los árboles con una regadera. Un día, al llegar al árbol nuevo, se encontró con otro niño regando su tronco y le preguntó:

Hola, me llamo Lupita. ¿Este árbol es tuyo? - Hola, yo me llamo Andrés. Este árbol era de mis abuelos.

 

- ¿De tus abuelos? ¿Y por qué tiene esas hojas tan brillantes? Como es pequeño pensé que tenía pocos años. ¿Cómo se llama?

 

- Es el árbol de la Sinceridad. Y se mantiene así porque mis padres me han enseñado

como cuidarlo.

 

- Ah… ¿Sabes? A mí también me gustan mucho los árboles. ¿Podría cuidarlo contigo?

- Eso no lo decido yo. Lo tiene que decidir el árbol. - ¿El árbol? ¿Y qué tengo que hacer?

- Nada, simplemente seguir siendo Lupita.

 

El niño se despidió y se fue corriendo para dentro de su casa. Lupita se sintió muy intrigada y decidió ir todos los días a visitar al árbol. Los primeros días Lupita se acercaba, lo miraba, sonreía y lo regaba con el máximo cuidado. Sin embargo, todos los días eran iguales y Lupita ni veía que el árbol creciera ni había vuelto ver a Andrés

 

Un día llegó al árbol y vio que le colgaba una manzana roja, brillante, grande, tan bonita y perfecta que parecía de mentira. Cuando se acercó había una etiqueta pequeña que ponía: "CÓMEME".

 

Lupita abrió los ojos de sorpresa, pensó mucho qué hacer y como creyó que era por fin la recompensa del árbol se comió la manzana, que por cierto estaba deliciosa.

Nada más acabarse la manzana apareció Andrés y le dijo:

 

- ¡Hola Lupita! Cuanto tiempo. Vengo a ver mi árbol por si hay frutos. Nos gusta recogerlos una vez a la semana. ¿Has visto algún fruto aquí?

Lupita no sabía qué decir. Pensó en mentir, pues se sentía culpable porque ese árbol no era suyo y probablemente la etiqueta "CÓMEME" era para su dueño. Pero ella no estaba acostumbrada a mentir. No le gustaba hacerlo por lo que decidió contar la verdad.

 

Lo siento. Había una manzana, vi la etiqueta que colgaba de ella y me la he comido. - dijo la pequeña muy arrepentida.

 

Al escucharla, Andrés sonrió y en el árbol comenzaron a crecer multitud de flores.

- Lupita, no todo el mundo es capaz de decir la verdad y por ello el árbol de la sinceridad quiere que sepas que te acepta y que podrás cuidarlo siempre que quieras. (García, El árbol de la sinceridad, s.f.)

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