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UNIDAD

 

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CONTENIDO

 

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CONTENIDO  

         

INDICADOR DE LOGRO

Promuevo y respeto los derechos al adulto mayor y personas con discapacidad.

4.2 Propone y ejecuta acciones para la defensa del adulto mayor y las personas discapacitadas y promueve la participación de ellas y ellos en diferentes contextos.

VALORES A TRABAJAR

Justicia, respeto, servicio. Otros valores que se pueden trabajar son: Amabilidad, cortesía.

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DEFINICIÓN DE VALORES

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JUSTICIA: “Se esfuerza continuamente para dar a los demás lo que les es debido, de acuerdo con el cumplimiento de sus deberes y de acuerdo con sus derechos – como personas (a la vida, a los bienes culturales y morales, a los bienes materiales), como paredes, como hijos, como ciudadanos, como profesionales, como gobernantes, etc.” (Isaacs, 2003).

 

Una persona justa conoce las normas y leyes vigentes de la comunidad, el municipio, la ciudad, el estado y el país donde vive y las hace valer en tres sentidos (Fundación Televisa, s.f.):

1) Las respeta en su conducta diaria; 2) exige que se respeten en los asuntos que le conciernen; 3) procura que se respeten en el caso de las demás personas, en especial cuando se hallan en desventaja. En otras palabras, protege y respeta los derechos ajenos y exige que se protejan y respeten los suyos. El valor de la justicia no se limita a los asuntos legales, se extiende a la vida diaria procurando que cada quien reciba lo que le corresponde y tomando decisiones que no afecten negativamente a los demás.

 

Video sugerido para reforzar el valor de la justicia hacia los adultos mayores y hacia las personas con capacidades especiales (Kidskioske, 2013):

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RESPETO: “Conocer y aceptar la diferencia del otro y a partir de ahí lograr una convivencia armónica y sana” (García, 2007).

 

Una persona respetuosa sabe valorar y reconocer adecuadamente a qué tiene derecho y a qué no lo tiene. A partir de ese reconocimiento, acepta las reglas impuestas por el mundo externo y evita apropiarse o dañar aquello que no le pertenece. Ello no se refiere sólo a los objetos, sino a lo que es un derecho de los otros: su vida, su integridad física, su vocación profesional, sus decisiones, su libertad y proyectos. El respeto evita que pensemos sólo en nosotros mismos e invadamos el terreno de las personas que nos rodean. Este valor también se aplica a nuestro ser: nos invita a reconocer nuestra dignidad humana y a evitar todo lo que nos daña (Fundación Televisa, s.f.).

 

Video sugerido para reforzar el valor del respeto al adulto mayor (Pixelaco, 2015):  

SERVICIO: “Servir implica ayudar a alguien de una forma espontánea, es decir adoptar una actitud permanente de colaboración hacia los demás. Una persona servicial supone que traslada esta actitud a todos los ámbitos de su vida: en su trabajo, con su familia, ayudando a otras personas en la calle, cosas que aparecen como insignificantes, pero que van haciendo la vida más ligera y reconfortante. Es posible que recordemos la experiencia de algún desconocido que apareció justo cuando necesitábamos ayuda, que luego después de ayudarnos, se perdió y no supimos nada más” (Pellini, s.f.).

 

Pellini (s.f.) en el sitio web Historias y Biografías expresa algunas ideas relativas al valor del servicio:

 

Las personas que son serviciales están continuamente atentas, observando y buscando la oportunidad para ayudar a alguien. Siempre aparecen de repente con una sonrisa y las manos por delante dispuestos a ayudar, en todo caso, recibir un favor hace nacer en nuestro interior un profundo agradecimiento.

 

Cada vez que ayudamos a alguien, por pequeño que sea, nos proporciona esa fuerza para vencer la pereza, dando a quienes nos rodean, un tiempo para atender otros asuntos o simplemente, descansar de sus labores cotidianas.

 

La base para vivir este valor es la rectitud de nuestras intenciones, porque es evidente cuando las personas actúan por interés o conveniencia, llegando al extremo de exagerar en atenciones y cuidados a determinadas personas, por su posición social o profesional, al grado de convertirse en una verdadera molestia. Esta actitud tan desagradable no recibe el nombre de servicio, sino de “servilismo”.

 

Video sugerido para reforzar el valor del servicio (Soy Roosevelt, 2014):

ACTIVIDAD DIDÁCTICA

Analizar y comentar los artículos 5 y 6 de la Ley de Atención Integral para el Adulto Mayor (ver anexo 1).

Analizar y comentar el artículo 2 de la Ley de Equiparación de Oportunidades para las Personas con Discapacidades (ver anexo 2)

VALORACIÓN / REFLEXIÓN

Leer el cuento “Abuelos contra marcianos” (ver anexo 3).

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COMPROMISO
  • Respetar y ayudar a las personas mayores o con capacidades especiales.

  • Escuchar a los mayores con atención y respeto.

  • Valorar el trabajo que han hecho y han hecho las personas mayores o con capacidades especiales.

HABILIDADES SOCIALES
  • Escuchar a mis mayores.

  • Brindar tiempo para compartir con los demás.

  • Empatía.

  • Amor al prójimo.

EVALUACIÓN

Valorar las participaciones de los estudiantes durante las diferentes actividades.

ANEXOS

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ANEXO 1

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Art. 5.- Son derechos fundamentales de las personas adultas mayores, los siguientes:

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1° No ser discriminado en razón de su edad, sexo o cualquier otra condición;

2° Ser atendido con propiedad para el goce y ejercicio de sus derechos;

3° Recibir alimentación, transporte y tener vivienda adecuada;

4° Vivir al lado de su familia, con dignidad, en un ambiente que satisfaga plenamente sus diversas necesidades y les proporcione tranquilidad;

5° Recibir asistencia médica, geriátrica y gerontológica, en forma oportuna y eficaz;

6° Recibir buen trato, consideración y tolerancia por parte de la familia, la sociedad y el Estado;

7° Disfrutar en forma gratuita de programas recreativos, culturales, deportivos y de esparcimiento;

8° Ocupar su tiempo libre en educación continuada, empleo parcial remunerado o labores de voluntariado;

9° Recibir protección contra abuso o malos tratos de cualquier índole; asistencia especializada de cualquier tipo para su bienestar y asistencia jurídica gratuita para la defensa de sus derechos;

10° Ser oídos, atendidos y consultados en todos aquellos asuntos que fueren de su interés y asegurarles la participación y comunicación en actividades de la Comunidad que preserven su autoestima de personas útiles a la Sociedad;

11° No ser obligados a realizar labores o trabajos que no sean acordes a sus posibilidades o condiciones físicas que menoscaben su dignidad;

12° Recibir oportunamente pensión por retiro o cuotas subsidiarias para gastos personales y a que se revise periódicamente su pensión a fin de adecuarla al costo de vida vigente;

13° Ser informados de sus derechos y de las Leyes que se los garantizan;

14° Disfrutar de un envejecimiento útil a la sociedad, entendiéndose éste como el aprovechamiento máximo de sus experiencias adquiridas participando activamente en el desarrollo de sus capacidades y habilidades; y

15° Gozar de los demás derechos que les reconocen la Constitución, los Tratados Internacionales ratificados por El Salvador y demás

 

Leyes que les garanticen su protección.

 

Art. 6.- Son deberes de las personas adultas mayores los siguientes:

1° Respetar y considerar a los miembros de su familia, sus costumbres, el orden y las normas de conducta que rigen el hogar;

2° Orientar con sus consejos a los miembros de su familia, compartir con ellos sus conocimientos y experiencias, transmitiéndoles enseñanzas que los capaciten para enfrentar el porvenir con acierto;

3° Guardar especial consideración y tolerancia con los niños, niñas y adolescentes, por su inmadurez e inexperiencia, debiendo tratar' de orientarlos y dirigirlos con ejemplos y consejos oportunos; y

4° Colaborar en la medida de sus posibilidades, en las tareas y ocupaciones cotidianas del hogar.

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ANEXO 2

 

Art. 2.- La persona con discapacidad tiene derecho:

1. A ser protegida contra toda discriminación, explotación, trato denigrante o abusivo en razón de su discapacidad.

2. A recibir educación con metodología adecuada que facilite su aprendizaje.

3. A facilidades arquitectónicas de movilidad vial y acceso a los establecimientos públicos y privados con afluencia de público.

4. A su formación, rehabilitación laboral y profesional.

5. A obtener empleo y ejercer una ocupación remunerada y a no ser despedido en razón de su discapacidad.

6. A ser atendida por personal idóneo en su rehabilitación integral.

7. A tener acceso a sistemas de becas.

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ANEXO 3

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Leer el cuento, luego comentar como este también se relaciona a los artículos de la Ley de Atención Integral para el Adulto Mayor.

¿Por qué es importante cuidar de los adultos mayores?

¿Qué aprendemos de ellos?

¿Cómo debemos cuidarlos?

 

Abuelos contra marcianos (Sacristán, s.f.)

 

La humanidad se jugaba su futuro en un gran partido de fútbol. Era la última oportunidad que nos habían dado los marcianos antes de exterminarnos. Solo unos pocos equipos formados por los mejores jugadores de los mejores clubs del mundo se ofrecieron a salvarnos. Bueno, esos, y un equipo de abueletes, tan viejecitos y despistados que ni ellos mismos sabían cómo habían acabado apuntados en la lista. Y como suele pasar con estas cosas, fue el equipo que salió elegido en el sorteo.

De nada sirvieron las quejas de los gobernantes, las manifestaciones por todo el mundo o las amenazas. Los marcianos fueron tajantes: el sorteo fue justo, los abuelos jugarían el partido, y su única ventaja sería poder elegir dónde y cuándo.

Todos odiaban a aquellos abuelos viejos, despistados y entrometidos, y nadie quiso prepararlos ni entrenar con ellos. Solo sus nietos disculpaban su error y los seguían queriendo y acompañando, así que su único entrenamiento consistió en reunirse en corro con ellos para escuchar una y otra vez sus viejas historias y aventuras. Después de todo, aquellas historias les encantaban a los chicos, aunque les parecía imposible que fueran verdad viendo lo arrugados y débiles que estaban sus abuelos.

Solo cuando los marcianos vinieron a acordar el sitio y el lugar, el pequeño Pablo, el nieto de uno de ellos, tuvo una idea:

- Jugaremos en Maracaná. Mi abuelo siempre habla de ese estadio. Y lo haremos en 1960.

- ¿En 1960? ¡Pero eso fue hace más de 50 años! - replicaron los marcianos.

- ¿Vas a invadir la tierra y no tienen máquinas del tiempo?

- ¡Claro que las tenemos! - dijeron ofendidos. - Mañana mismo haremos el viaje en el tiempo y se jugará el partido. Y todos podrán verlo por televisión.

Al día siguiente se reunieron los equipos en Maracaná. A la máquina del tiempo subieron los fuertes y poderosos marcianos, y un grupito de torpes ancianos. Pero según pasaban los años hacia atrás, los marcianos se hacían pequeños y débiles, volviéndose niños, mientras a los abuelos les crecía el pelo, perdían las arrugas, y se volvían jóvenes y fuertes. Ahora sí se les veía totalmente capaces de hacer todas las hazañas que contaban a sus nietos en sus historias de abueletes.

Por supuesto, aquellos abuelos sabios con sus antiguos y fuertes cuerpos dieron una gran exhibición y aplastaron al grupo de niños marcianos sin dificultad, entre los aplausos y vítores del público. Cuando volvieron al presente, recuperaron su aspecto arrugado, despistado y torpe, pero nadie se burló de ellos, ni los llamó viejos. En vez de eso los trataron como auténticos héroes. Y muchos se juntaban cada día para escuchar sus historias porque todos, hasta los más burlones, sabían que incluso el viejecito más arrugado había sido capaz de las mejores hazañas.

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