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UNIDAD

 

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CONTENIDO

 

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INDICADOR DE LOGRO

 Libertad de expresión.

1.3  Propone medidas a  partir  del conocimiento  de  la  legislación  y  con juicio crítico denuncia las violaciones a la libertad de expresión.

VALORES A TRABAJAR

Libertad de expresión, prudencia y veracidad. Otros valores que se pueden trabajar son: responsabilidad, respeto y justicia.

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DEFINICIÓN DE VALORES

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LIBERTAD DE EXPRESIÓN: se entiende en términos amplios como la noción que toda persona tiene el derecho natural de expresarse, a través de cualquier medio o frontera sin ninguna interferencia. La libertad de expresión en un derecho de toda persona, sin embargo, hay que tomar en cuenta que para que esta sea una libertad adecuada a la persona, en ella debe de intervenir la práctica de valores, por tal razón se presentan los siguientes valores:

 

LIBERTAD: Es el poder, radicado en la razón y en la voluntad, de obrar o de no obrar, de hacer esto o aquello, de ejecutar así por sí mismo acciones deliberadas. Por el libre arbitrio cada uno dispone de sí mismo. La libertad es en el hombre una fuerza de crecimiento y de maduración en la verdad y la bondad. La libertad alcanza su perfección cuando está ordenada a Dios, nuestra bienaventuranza  (Catecismo de la Iglesia Católica,, s.f.)

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Dios ha creado al hombre racional confiriéndole la dignidad de una persona dotada de la iniciativa y del dominio de sus actos. “Quiso Dios “dejar al hombre en manos de su propia decisión” (Si 15,14.), de modo que busque a su Creador sin coacciones y, adhiriéndose a Él, llegue libremente a la plena y feliz perfección” (GS 17): (Catecismo de la Iglesia Católica,, s.f.)

La libertad implica la posibilidad de elegir entre el bien y el mal, por tanto, de crecer en perfección o de flaquear y pecar. La libertad caracteriza los actos propiamente humanos. Se convierte en fuente de alabanza o de reproche, de mérito o de demérito. (Catecismo de la Iglesia Católica,, s.f.)

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En la medida en que el hombre hace más el bien, se va haciendo también más libre. No hay verdadera libertad sino en el servicio del bien y de la justicia. La elección de la desobediencia y del mal es un abuso de la libertad y conduce a la esclavitud del pecado (cfr Rm 6, 17). (Catecismo de la Iglesia Católica,, s.f.)

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“La libertad hace al hombre responsable de sus actos en la medida en que estos son voluntarios. El progreso en la virtud, el conocimiento del bien, y la ascesis acrecientan el dominio de la voluntad sobre los propios actos”. (Catecismo de la Iglesia Católica,, s.f.)

 

Video sugerido para reforzar el valor de la libertad:

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PRUDENCIA: “La prudencia es la virtud que dispone la razón práctica a discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo”  (Catecismo de la Iglesia Católica, s.f.)

La prudencia se refiere al conocimiento de las acciones que debemos desear o rechazar. El hombre prudente compara lo pasado con lo presente para prever y disponer la acción futura; delibera sobre lo que puede suceder y sobre lo que conviene hacer u omitir para alcanzar su fin. La prudencia implica conocimiento y discurso. Es, por tanto, una virtud de la razón práctica, un hábito cognoscitivo, una virtud intelectual.

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La prudencia tiene como objeto propio las acciones concretas, contingentes, temporales, que debemos realizar aquí y ahora en orden a un fin. Y todo esto pertenece a la razón práctica

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La prudencia es media entre las virtudes morales y las virtudes intelectuales: pues es esencialmente intelectual, ya que es hábito cognoscitivo, y que perfecciona a la razón; pero es moral en cuanto a la materia, en cuanto que es directiva de las virtudes morales, ya que es recta razón acerca de lo agible.

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Si no hay prudencia, no hay posibilidad de que haya virtud moral. Tanto en la formación propia como en la de otras personas, es preciso tener siempre en cuenta que no podemos ser humildes, justos, fuertes o templados si no somos prudentes, es decir, si no sabemos valorar objetivamente la situación concreta en la que tiene lugar nuestra acción y si no transformamos ese conocimiento de la realidad en decisión moral.

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Video sugerido para reforzar la virtud de la prudencia.

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LA VERACIDAD: “La veracidad es la cualidad de lo que es verdadero o veraz, y está conforme con la verdad y se ajusta a ella. Es un valor moral positivo que busca la verdad”. (Significados, s.f.)

 

La verdad como rectitud de la acción y de la palabra humana, tiene por nombre veracidad, sinceridad o franqueza. La verdad o veracidad es la virtud que consiste en mostrarse veraz en los propios actos y en decir verdad en sus palabras, evitando la duplicidad, la simulación y la hipocresía. (Catecismo de la Iglesia Católica, s.f.)

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“Los hombres no podrían vivir juntos si no tuvieran confianza recíproca, es decir, si no se manifestasen la verdad” (Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae, 2-2, q. 109, a. 3 ad 1).  (Catecismo de la Iglesia Católica, s.f.)

El discípulo de Cristo acepta “vivir en la verdad”, es decir, en la simplicidad de una vida conforme al ejemplo del Señor y permaneciendo en su Verdad. “Si decimos que estamos en comunión con Él, y caminamos en tinieblas, mentimos y no obramos conforme a la verdad” (1 Jn 1, 6). (Catecismo de la Iglesia Católica, s.f.)

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Video sugerido para reforzar el concepto de veracidad.

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ACTIVIDAD DIDÁCTICA

En equipo de trabajo realizar un cartel donde identifiquen la importancia de la libertad de expresión y los valores que no deben de faltar en ella.

Leer el cuento el rey prudente. (Ver anexo)

VALORACIÓN / REFLEXIÓN

¿Qué es la libertad de expresión?

¿Por qué el valor de la libertad es importante?

¿Me expreso con libertad?

¿Qué valores aplico al expresar mis ideas?

¿Qué valores debo de mejorar al expresar mis ideas?

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COMPROMISO
  • Expresar mis ideas y sentimientos sin temor.

  • Hacer uso de mi libertad adecuadamente al expresar mis ideas.

  • Aplicar el valor de la prudencia y veracidad al expresar mis ideas con compañeros, amigos y familiares.

  • Escuchar sin interrumpir la opinión de mis compañeros.

  • Respetar la opinión de mis compañeros

HABILIDADES SOCIALES
  • Escuchar a los demás.

  • Respetar la opinión.

  • Expresarse con prudencia.

  • Decir la verdad.

EVALUACIÓN
  • Observar el trabajo en equipo desarrollado por los estudiantes, y la aplicación de los compromisos definidos en el salón de clases.

ANEXO

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Cuentos El Rey prudente

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Propósito: Que los estudiantes valores la importancia de ser prudente y dejarse aconsejar.

Hace mucho tiempo, en un lugar remoto de Asia un joven rey gobernaba a su pueblo con justicia y sobriedad. Este rey se ocupaba del bienestar de sus súbditos, los impuestos que cobraba eran los imprescindibles para cubrir eficazmente las necesidades generales y dedicaba su jornada a atender puntualmente los asuntos de estado.

En el reino había paz y prosperidad. Y a su lado siempre estaba su fiel y sabio consejero, que ya había servido como tal a su padre.

Pero un día, el joven rey dijo en una comida a su mayordomo:

-Estoy cansado de comer con estos palillos de madera, soy el rey, así que da orden al orfebre de palacio de que me fabrique unos palillos de marfil y jade.

Oída esta orden, el consejero se dirigió inmediatamente al soberano:

-Majestad, os pido que me relevéis lo antes posible de mi cargo. No puedo serviros por más tiempo.

El monarca, extrañado, preguntó cuál era el motivo de aquella repentina decisión.

-Es por los palillos, señor -respondió el consejero-. Ahora habéis pedido unos palillos de jade y marfil, y mañana querréis sustituir los platos de barro por una vajilla de oro. Más adelante desearéis que vuestros vestidos de tela sean reemplazados por otros de seda. Otro día, en vez de conformaros con comer verduras y cerdo, solicitaréis lenguas de alondra y huevos de tortuga. De este modo, llegará el momento en que vuestros caprichos y el mal uso del poder os harán ser injusto con vuestro pueblo. Entonces, yo me rebelaré contra su majestad, y por nada del mundo deseo ver amanecer ese día.

Dicen que el rey canceló la orden dada al orfebre y siguió comiendo con sus palillos de madera. Desde ese día fue llamado y conocido por todo el reino como «el Prudente».

Y conservó al viejo consejero a su lado hasta su muerte. (educapeques, s.f.)

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